martes, 31 de marzo de 2015

GUISO DE PATATAS Y CHORIZO. RECETA DE APROVECHAMIENTO




La receta de hoy tiene un significado muy especial para mi. Semana si y semana también, sobretodo un día de fin de semana, mi abuelo solía abrir la nevera, mirar qué tenía, revisar también a la despensa y empezar a darle vueltas a la cabeza sobre qué plato podía hacer con todo ello. "Deborilla, hoy comemos de rebañaos..", y yo encantada, faltaría más. Con un poco de aquí y un poco de allá, el hombre acababa haciendo unos platos muy muy ricos, e incluso algunos de ellos han pasado a formar parte del recetario habitual de mi familia: ropa vieja de cocido, tortilla de verduras "con las que haya", sopa de tomate, sopa de ajo... Es la cultura del aprovechamiento, de no tirar nada, algo que me han inculcado desde pequeña y de lo que estoy especialmente orgullosa y sigo practicando en mi casa. Aquí no se tira nada.
Y siguiendo esta filosofía es como surgió este guiso tan rico que os presento. El domingo andaba yo algo resfriada y febril, con un ataque de pereza impresionante y, obviamente, con pocas ganas de complicarme la vida en la cocina (raro). Abrí la nevera y eché un ojo a lo que tenía: que si un trozo de chorizo por aquí, que si una zanahoria arrugadilla por allá, que si un pimiento empezado más atrás... con todo esto y un par de patatas grandecitas, me puse manos a la obra y en un rato y apenas sin ensuciar nada, teníamos lista la comida. Un plato único contundente y reconfortante que nos sentó de maravilla y que repetiré seguro. Con un trocito de pan y una fruta de postre, es una comida muy equilibrada.




Espero que os guste

Ingredientes (para dos personas):
Dos patatas mona lisa grandes (unos 500 gramos)
1 zanahoria mediana
Media cebolla
Media pimiento rojo de los de asar
Media pastilla de caldo de carne
2 trozos de chorizo de guisar (unos 150 gramos)
750 ml de agua (o según el espesor deseado)
1 hoja de laurel
2 cucharadas soperas de aceite de oliva
Sal, ajo en polvo y pimentón al gusto

- Empezamos con las patatas y las lavamos, pelamos y troceamos en trozos no muy pequeños y algo vastos. Reservamos.
- Cortamos el chorizo en rodajas gruesas y reservamos.
- Troceamos la zanahoria, la cebolla y el pimiento en dados de más o menos el mismo tamaño.
- En la olla donde vayamos a hacer el guiso calentamos el aceite a fuego medio y añadimos las verduras.
- Rehogamos las verduras unos 5 minutos. Ahora añadimos las patatas y el chorizo y hacemos lo mismo.
- Cuando veamos que el chorizo empieza a soltar su grasita y las patatas empiezan a pegarse un poco, añadimos las especias, el caldo de carne, el laurel y la sal, y damos un par de vueltas.
- Cubrimos enseguida de agua y dejamos que se cocine a fuego medio durante 50 minutos- 1 hora más o menos, removiendo de vez en cuando.
- Una vez listo, dejamos reposar unos 20 minutos y servimos.




Notas:
- La cantidad de agua a añadir dependerá del caldo y del espesor que os guste. En casa nos gusta espesito y con caldo, pero sin que rebose.
- Hay que tener mucho cuidado a la hora de añadirle sal a este plato, pues el caldo de carne y el chorizo ya contienen bastante. Yo no suelo ponerle o le pongo poca, pero todo va a gustos.

Buen provecho y feliz martes.

viernes, 27 de marzo de 2015

PATATAS RÚSTICAS A MI MANERA



Patateando, patateando, yo ando patateando...

He perdido ya la cuenta de la cantidad de veces que he hecho estas patatas, hasta dar con la combinación de especias y el punto justo de cocción que más nos gusta en casa.
Cuando vivía con mis padres, no había manera de sacarlos de las típicas patatas fritas. Todos estaremos de acuerdo en que unas patatas fritas bien hechas, crujientes por fuera y tiernas por dentro, con su punto justo de sal, son deliciosas, pero no son un manjar recomendado para cada día, sobretodo si queremos evitar subir de peso y ganar en salud.
Y así fue como un día cualquiera me puse a investigar por la blogosfera (benditas nuevas tecnologías) y acabe haciendo un mix de todas las recetas que leí, como ya he dicho, probando y rectificando una y otra vez. Mis suegros fueron mis conejillos de indias, pero apenas me ayudaron, siempre les gustaba el resultado.
Decir que estas patatas son fáciles de hacer es quedarse corto, y que están deliciosas también lo es, El sabor recuerda mucho a las patatas "rustidas" con las que se suele acompañar el pollo o las barbacoas de campo, pero las especias hacen que ganen más en sabor y aroma. Son ideales para acompañar cualquier plato de carne o pescado, o mejor aún, para un picoteo informal acompañado de una buena cerveza rubia, ahora que por fin ha dejado de llover y el tiempo empieza a ser más primaveral, que ya tocaba :) Os aseguro que no podréis comer solo una.




Ahí va, espero que os guste

Ingredientes (para dos personas):
Unos 400 gramos de patatas mona lisa, o 2 patatas grandes
1 cucharada sopera hermosa de aceite de oliva
1 cucharadita de ajo en polvo
1 cucharadita de pimentón dulce
1 cucharadita de romero
Sal al gusto

- Primero de todo, pre calentamos el horno a 190º.
- Limpiamos las patatas bajo el grifo y las secamos bien, pero no las pelamos.
- Seguidamente, cortamos las patatas en gajos o cuadrados no muy pequeños.
- Colocamos las patatas en un bol y añadimos el aceite, la sal y las especias, y removemos a consciencia para que se impregnen bien.
- En una fuente para horno, vertemos las patatas y las repartimos de manera más o menos igual.
- Introducimos en el horno a 190º unos 20 minutos aproximadamente, o hasta que estén doradas.
- Apagamos el horno y dejamos unos instantes más las patatas dentro.
- Sacamos del horno y dejamos templar.
- Servimos como guarnición, tapa, entrante, etc.




Notas:
- El pimentón dulce se lo añado porque no soy muy fan de los sabores picantes. Se puede substituir perfectamente por pimentón picante para los que si os guste.
- Si sois un poco más sibaritas, merece la pena añadirles a estas patatas un poco de zumo de limón y sal maldon una vez hechas, quedaran más deliciosas todavía.
- Podemos pelar las patatas y hacer la receta igual, pero la gracia de este plato es precisamente esa.

Buen provecho y buen fin de semana.




miércoles, 25 de marzo de 2015

TINTORERA CON SALSA DE CEBOLLA Y SOJA




Continuamos la semana en Barcelona con mucha lluvia y más frío, donde vivo yo no ha parado de llover desde el domingo, ni un momento oye, y tengo ya dos lavadoras atrasadas por tender.. la primavera es lo que tiene, y ya se sabe, casi empezando abril con sus "aguas mil". En fin, como tampoco apetece salir demasiado pero el apetito no nos lo quita nadie, quiero enseñaros la que fue nuestra comida del lunes.
En casa siempre hemos sido mucho de pescado azul, al menos una vez a la semana comíamos atún con tomate, salmón a la plancha, o como el plato de hoy, tintorera, un pescado azul un  poquito menos graso de lo habitual de la familia del tiburón que, en mi opinión, está rico incluso vuelta y vuelta a la plancha con un poco de ajo y perejil, y es ideal para los que deben controlar las calorías de la dieta, sea por el motivo que sea.
Esta vez "salseamos" la tintorera con una salsa de cebolla y soja que le va de maravilla, la debí leer en alguna web o revista de cocina que no recuerdo hace mucho tiempo y ha pasado a formar parte de mi recetario de salsas por su sabor y por lo fácil que es. A mis padres no les acabó de gustar nunca, ellos son más de sofritos tradicionales, pero yo no dejé nunca de intentar que probaran este tipo de recetas, "tu y tus inventos" me decían...

Ahí va, espero que os guste

Ingredientes(para dos personas):

400-450 gramos de tintorera en dos rodajas grandes
Sal y pimienta
Una cucharada sopera de aceite de oliva

Para la salsa de cebolla y soja:
Media cebolla de las grandes
150 ml de cerveza
1 cucharada sopera de salsa de soja
Media cucharadita de azúcar
Una cucharada sopera de aceite de oliva
Sal, tomillo y pimienta, al gusto.

Elaboración:
- Primero de todo, si las rodajas de tintorera conservan la piel, debemos quitársela y limpiar bien el pescado.
- Salpimentamos las rodajas por ambos lados.
- En una sartén a fuego fuerte, hacemos la tintorera unos 4-5 minutos por lado y la reservamos.
- En otra sartén a fuego medio, calentamos la cucharada de aceite y añadimos la cebolla picada fina.
- Una vez la cebolla empiece a tomar color, añadiremos el azúcar, la salsa de soja y por último la cerveza, las especias y la sal.
- Dejamos reducir la mezcla unos 15-20 minutos, o hasta que el líquido se haya reducido a la mitad, más o menos.
- Pasados los 20 minutos apartamos del fuego y lo vertemos en un vaso de batidora para triturarlo todo bien.
- Finalmente, colocamos las rodajas de tintorera en un plato y salseamos al gusto. La salsa sobrante la serviremos en una salsera por si algún comensal quiere añadirle más.




Notas:
- En casa nos gusta muchísimo la cebolla y por eso no solemos pasar por la batidora esta salsa. Eso va a gustos, el sabor es rico igual.
- Es importante que la sartén donde vayamos a hacer la tintorera esté bien caliente, pues se trata de un pescado que contiene mucha agua y la deja ir enseguida. De este modo lo evitaríamos y no se nos secaría.
- Nosotros lo acompañamos en este caso con aros de cebolla hechos en el horno de La Sirena, los más crujientes y sabrosos que hemos probado hasta ahora, pero con unas verduras a la plancha o unas patatas al horno (pronto escribiré la receta de como las hago yo) también es un plato delicioso.

Espero que lo disfrutéis.
Buen miércoles.






sábado, 21 de marzo de 2015

PALITOS DE CANELA Y ANÍS





Vaya sábado se nos ha presentado a los que vivimos en Barcelona y alrededores, viento y lluvia desde bien temprano, y no tiene pinta de mejorar...
Pues bueno, en algo provechoso habrá que invertir la tarde, ¿no?. Esta receta es ideal para un día como hoy, una receta extremadamente fácil, rica y que tienes lista en un plis plas, para acompañarla con un café o un buen tazón de chocolate caliente, y a disfrutar del calor del hogar y de la compañía que tengáis, o a la que queráis invitar a merendar, claro está. Si tenéis niños en casa se lo pasaran bomba si dejáis que os ayuden, pues ya os digo, es una receta muy muy fácil.
El sabor es casi idéntico al de las rosquillas fritas de anís de mi yaya, de las de toda la vida, pero el procedimiento es mucho más sencillo y resulta un dulce muchísimo menos pesado, ya que no requiere fritura.
La receta original la vi en Divina Cocina, y es de ahí de donde he sacado las cantidades exactas, pues yo solía hacerlo a ojo.

Espero que os guste

Ingredientes (para una bandeja de 25 piezas aproximadamente):
125 grs. de harina
1 yema de huevo
50 ml de aceite de oliva suave
30 grs. de azúcar + azúcar para el rebozado
1/2 cucharadita de canela molida
1 copita (25 ml) de anís y una cucharadita de anís en grano

Elaboración
- Primero de todo, pre calentamos el horno a 180º
- Colocamos toda la harina en un bol y añadimos la yema de huevo, el aceite, el anís y la copita de anís, la canela y el azúcar.
- Ahora lo mezclamos todo bien hasta que la masa resultante no se pegue a las manos. 
- La masa deberá reposar tapada unos 20 minutos.
- Pasados los 20 minutos, estiramos con las manos la masa y vamos formando tiras largas más o menos iguales.
- Pasamos las tiras por el azúcar y las vamos colocando en una bandeja de horno con un papel de horno o de aluminio ligeramente engrasado.
- Horneamos unos 15 minutos hasta que estén doradas y el azúcar forme una capa caramelizada.
- Dejamos enfriar y servimos.




Notas:
- Yo en vez de anís uso vino moscatel para hacer este dulce, porque su sabor es mucho más suave y me gusta el punto de dulzor que le da.
- Como se ve en la foto, suelo ponerle a los palitos frutos secos por encima antes de hornearlos y pasarlos por el azúcar, para variar un poco, pero tal cual con el azúcar caramelizado están riquísimos.
- Os invito a variar la forma de los palitos, las posibilidades son infinitas y es mucho más divertido, sobretodo para los peques de la casa.
- Si se guardan en un táper o cualquier recipiente adecuado, estos palitos aguantan muchísimo tiempo con la misma textura. En casa han llegado a durar más de una semana.

Espero que lo disfrutéis.
Buen fin de semana.

domingo, 15 de marzo de 2015

CABALLA AL HORNO CON PATATAS



La primera receta que publicara en el bloc no podía ser otra que esta. Barata, rica, fácil y, sobretodo, una receta que ocupa un lugar muy muy especial en mi recetario personal. 
Cuando la casa empieza a inundarse de ese olorcillo tan rico y característico de la caballa, no puedo evitar acordarme de mi abuelo. Mi abuelo era la persona con el corazón más grande que jamás he conocido, y también le encantaba comer y cocinar. La caballa al horno era uno de sus platos estrella, uno de esos platos especiales que no se comen todos los días. Recuerdo que la hacia en un pequeño hornillo de gas que tenía en el desván (nunca supe porque mis abuelos no tenían horno en la cocina), y no le importaba tener que estar yendo y viniendo para comprobar que tal iba, a pesar de no estar todo lo ágil que le gustaría. "Deborilla, el truco está en hacerle unos cortes al pescado y meterle las verduras y las patatas que quepan, todas las que puedas eh, que luego el saborcillo que le dan es mmm..", y aquí el hombre ya se relamía... ains.
Desde que mi abuelo nos dejó, he de confesar que no he vuelto a comer una caballa al horno tan rica como la suya, pero el hombre no era muy amigo de dar sus recetas, que le vamos a hacer. Aún así, intento acordarme de todo lo que él le ponía y añadirle mi toque personal, y de momento nos gusta mucho el resultado. Al ser la caballa un pescado graso y llevar patatas y verduras, nosotros la tomamos de plato único, acompañada de pan de payés torrado, muy típico de mi tierra.



Ingredientes (para dos personas):

2 caballas limpias (las nuestras pesaban medio quilo entre las dos)
Media cebolla
1 pimiento mediano
1 tomate mediano
1 patata grande 
Medio vaso de vino blanco
Ajo en polvo o dos cabezas de ajo
Romero o tomillo
Aceite de oliva
Sal

-Pre-calentar el horno a 180º
- Untar una fuente de horno con un poco de aceite y colocar encima las caballas limpias.
- Hacerles a las caballas unos cortes transversales profundos pero no muy grandes.
- Cortar las verduras en juliana (según el tamaño que prefiráis, más o menos fina).
- Introducir en los cortes de las caballas las patatas y las verduras, todas las que os quepan. Las que no, podéis ponerlas alrededor o incluso dentro de la caballa, que también le dan un toque muy rico.
- Rociar las caballas con el vino y un buen chorreón de aceite de oliva.
- Salar y condimentar con el romero y el tomillo (o las especias para pescado que más os gusten).
- Introducir en el horno a media altura, con calor arriba y abajo, durante unos 45 minutos, o hasta que veáis que la caballa esta hecha pero no seca.




Notas:
- Os recomiendo ir rociando las caballas con el propio jugo de la fuente cada 10 minutos más o menos, así evitaréis que se seque por el lado donde llevan las verduras.
- Cada horno es un mundo así que bastará con ir controlando el tiempo para saber si las caballas están hechas o no. Mi recomendación es que no dejéis que se cocinen más de una hora a no ser que sean muy grandes, pues es una pena que se seque un pescado tan rico.
- Las especias van un poco a gusto de cada uno, yo solo os doy una idea y uso las que también usaba mi abuelo, pues creo que le van de maravilla.



Espero que lo disfrutéis.