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domingo, 17 de abril de 2016

BUDÍN DE CHOCOLATE Y HORCHATA (DE LA AUTÉNTICA)



Nada más y nada menos que una semana ha pasado desde la última receta que compartí con vosotros... ¡Y vaya semana!
Y claro, como siempre, llega el domingo por la tarde y una se pone a repasar mentalmente todo lo que ha hecho a lo largo de estos 7 días y se termina diciendo a si misma: "¡Pero como no vas a estar cansada, hija mía!"... Aunque bueno, esta vez es una de esas "sarnas con gusto que no pican" pues, a pocas horas de empezar la penúltima semana de abril, me siento mucho más relajada y contenta de lo que me he sentido en estos últimos dos meses, cosa que mi cuerpo ya me estaba pidiendo a grito pelado.
El fin de semana pasado lo dediqué casi por completo a ayudar a mi madre en todo lo que necesitase, a dejar mi casa limpia de arriba a abajo y a estudiar todo lo que tenía planificado estudiar a lo largo de la semana. Como os podréis imaginar, fueron casi 3 días de mucho trajín, de estar en todo momento haciendo algo y de caer rendida en el sofá después de cenar... Pero, como todo en esta vida, lo hice por un motivo: El martes pasado, a las claras de la mañana y con un sueño de mil demonios, mi pareja y yo cogimos un autobús rumbo a Valencia, donde hemos pasado 3 días de desconexión y relax que nos han sentado de maravilla. Tanto él como yo necesitábamos cambiar un poco de aires y recargar las pilas, pues se nos avecinan días de bastante ajetreo, y esta vez ha sido la capital de la Comunidad Valenciana la que nos ha ayudado a hacerlo.
Nuestro primer día en la ciudad decidimos investigar un poco la zona donde nos alojamos (el Barrio del Carmen, una zona muy auténtica) y enseguida nos dimos cuenta de que podíamos llegar perfectamente a pie a todos los lugares que queríamos visitar (acostumbrados a Barcelona, las distancias son bastante más cortas), así que, guía en mano y con un calzado cómodo, decidimos descubrir la ciudad por nuestra cuenta.
Y qué bonita es Valencia... Con razón la llaman "La ciudad de las flores, de la luz y del amor", y siendo primavera la hemos podido disfrutar mucho más de lo que esperábamos.
En la entrada siguiente tengo previsto profundizar un poco más acerca de nuestra escapada, pero en líneas generales, Valencia nos pareció una ciudad preciosa con muchísimas cosas que ofrecer a todo aquel que la visita: Artesanía en cada esquina, monumentos de gran valor histórico que conviven con edificios más modernos, zonas verdes y playas tan bonitas que invitan a recorrerlas de punta a punta, gente amable y acogedora, y una gastronomía marcadamente mediterránea caracterizada por elaboraciones tradicionales, sencillas y sanas que, a pesar de guardar muchas similitudes con la gastronomía de mi región (soy catalana), invita a descubrir esos matices que la hacen única y especial. Y yo, "guiri gastronómica" empedernida, he dedicado una buena parte del viaje a hacerlo.
Por recomendación de una conocida valenciana que tengo, decidí no irme de Valencia sin probar una Paella, una Agua de Valencia (yo no puedo beber alcohol, así que no la probé) unos Fartons y una Horchata de Chufa de los de verdad, de los que te venden, recomiendan y consumen los propios valencianos.
¿Y que mejor lugar para hacerlo, que el Mercado Central de la ciudad? ¡Qué sitio más espectacular! Volvería a Valencia sólo por pasar otra mañana más en el mercado, disfrutando de todos esos aromas, colores y sabores, haciéndole fotos a todo, degustando todo lo que los paradistas me dieran a probar, mezclándome con los lugareños y comprando en las paradas que ellos mismos te recomiendan.
Especias para paella, frutos secos, panes, fresas, naranjas... En fin, compré tantas cosas que, al volver, la maleta pesaba el doble que cuando llegamos, y ya es decir, porque también venía llena de comida para el apartamento...


En la entrada de Mercado Central


Por supuesto, uno de los "souvenirs" que me traje fueron un par de litros de horchata artesana, también comprada en el mercado, en La Horchatería Central. Lo que todavía me pregunto, 4 días después de nuestro viaje, es cómo llegó a Barcelona la mitad de una de las botellas, si no paramos de darle tragos en todo el viaje... Qué bebida más rica y más dulce, y qué sabor tan tan tan intenso y tan tan tan delicioso a chufa... Una de esas cosas que, cuando una prueba, se da cuenta de que lo que le venden en el supermercado, a no ser que sea de muy buena calidad, no es más que un "sucedáneo de" que dista mucho de saber como el producto original y que no debería ni llamarse así. Pero bueno, cosas de la globalización y del marketing, supongo...
Pues bien, al haber llegado a casa con todavía media botella de horchata, con sólo un par de yogures para postre en la nevera y media barra de pan que se me había olvidado en la panera la noche previa a nuestro viaje, decidí echar mano del recetario del blog y preparar una versión distinta del clásico budín de pan.
Si hay algo que me gusta de este tipo de budines es que nunca te queda uno igual al anterior, básicamente porque nunca te sobran las mismas cosas ni usas los mismos ingredientes básicos. El anterior llevaba leche, azúcar y canela, y esta vez horchata y chocolate, y tan ricamente. Esa es precisamente la esencia del aprovechamiento y creo que este postre lo refleja a las mil maravillas.
Si sois muy puristas, estaréis pensado que la mejor manera de disfrutar de la horchata es sola y bien fría, y os doy la razón. Pero, oye, durante los tres días que estuvimos en Valencia, vimos a más de un nene pedir horchata con Cola-Cao en las cafeterías, y algunos padres la pedían para acompañar el café, en lugar de hacerlo con leche. Es más, incluso vimos bizcochos y magdalenas elaborados con horchata en las vitrinas de muchas pastelerías, así que con eso me excuso :)
Os dejo los ingredientes y la preparación:




Ingredientes (para 2 personas):
- 120 gramos de pan duro y/o restos de bollería (100 gramos de pan y 3 bizcochos de soletilla en este caso)
- 2 cucharadas soperas rasas de cacao puro en polvo
- 250 ml de horchata
- 2 huevos tamaño M
- Caramelo para el molde, al gusto

- Antes de empezar, dejamos precalentando el horno a 180º.
- En un bol, desmigamos el pan y la bollería y añadimos la horchata y el cacao en polvo, mezclándolo todo bien.
- En otro bol aparte, batimos ligeramente los huevos y los añadimos a la mezcla anterior hasta que queden completamente integrados.
- En el fondo del molde donde vayamos a hornear el budín, colocamos una buena cantidad de caramelo líquido.
- Vertemos la mezcla del pudin en el molde e introducimos en el horno a 180ºC durante 35-40 minutos aproximadamente, o hasta que la superficie empiece a dorarse y el budín esté cocido.
- Sacamos del horno y dejamos enfriar por completo antes de desmoldar y servir, cortado en porciones tamaño ración.




Notas:
- Al llevar horchata, chocolate y caramelo, no le añadí más azúcar, pues ya queda un budín bastante dulce. Si sois muy dulceros o usáis solamente pan, con una cucharada sopera bastará.
- En casa nunca hemos tenido la costumbre de hacer el budín de pan al baño maría, pues nos gusta que quede un poco más seco. Si lo preferís más jugoso, no dudéis en hornearlo al baño maría.
- Este budín combina muy bien con un poco de nata montada, algún helado de sabor suave como el de nata o vainilla o, por supuesto, con un vaso de horchata bien fría.


Nada más por ahora. 
Espero que os haya gustado la receta y que os animéis a prepararla en casa, pues es rica y sencilla a más no poder.
¡Mil gracias por seguir ahí, y feliz inicio de semana!

jueves, 25 de junio de 2015

REFRESCO DE TÉ A LA NARANJA PARA MI TERCER #RETOALFABETODULCE



Desde el minuto cero en que se dio a conocer el ingrediente de este mes para el #RetoAlfabetoDulce (mi tercero ya, cómo pasa el tiempo...) tuve claro que haría con él. Este mes la elección corría a cargo de María José, de Sucreries Passions, una gran cocinera y, por supuesto, repostera, a quien quiero agradecer desde aquí haberse decantado por el Té, pues es un ingrediente que nunca falta en mi cocina, que me encanta y que segurísimo va a dar mucho, mucho pero que mucho juego. Aunque, pensándolo bien, ¿Qué no da juego en este reto? Siempre alucino con las cosas tan deliciosas y originales que se presentan, son todas maravillosas.
Teniendo en cuenta que el verano empezó hace 3 días (aunque las calores lleven ya un tiempo sin darnos tregua), y que eso nos hace tener pocas ganas de cocinar pero si muchas de comer cosas más frescas y ligeras, quiero aportar mi granito de arena con una propuesta de refresco 100% casero y natural, muy fresco, nutritivo, ligero y saciante, que entra a las mil maravillas cuando llegas a casa acalorad@ perdid@ después de trabajar, o hacer la compra, o sacar al perro.. En fin, un refresco ideal para cualquier momento del día.
Yo y el agua natural siempre hemos sido incompatibles, es superior a mi. Pero siendo  consciente de la importancia que tiene estar bien hidratado, y sobretodo en verano, he buscado mil y una formas de no dejar de tomarla: caldos, zumos, infusiones... Sé que puede sonar raro, pero la mayoría de mis comidas las acompaño con alguna infusión de manzanilla, hierbaluisa, menta, té, etc., y es una sana costumbre que me ha permitido adentrarme en el fascinante mundo de las infusiones y que, lo más importante, me sienta de maravilla.
La combinación de té y naranja la probé por casualidad, hará unos 4-5 años, cuando salí con mis entonces compañeras de clase a tomar algo y darnos un respiro antes de la selectividad (qué lejano se me hace ya eso...). El sitio que escogimos, también por casualidad, contaba con una carta de tés fríos muy atractiva: Té con limón, té con piña, té con arándanos.. un sinfín de variedades que, a nuestra sorpresa, venían todas acompañadas de trozos del ingrediente natural que les daba nombre, aroma y sabor. Todos estaban deliciosos y eran muy refrescantes, pero el de naranja me enamoró desde el primer sorbo, tanto que al llegar a casa anoté todo lo que me había dicho el camarero que llevaba y así poder disfrutarlo también "al calor del hogar".
Estoy bastante orgullosa del resultado, pues la verdad es que mi té se parece mucho al que tomé aquel día. Y, lo sé, es una receta extremadamente sencilla, incluso much@s ni lo consideraran receta, pero quería compartirla porque el resultado merece mucho la pena.




Ingredientes (para 4 copas como las de las fotografías, o 2 personas):
700 ml de agua
4-5 gramos de té verde chino "Bouraza"
Medio palo de canela
La piel de una naranja
Trozos de naranja, al gusto
Mermelada de naranja amarga, al gusto
Azúcar o miel para endulzar, al gusto
Un poco de hielo picado

Para hacer el té: una tetera con filtro

- Para preparar el té aromatizado, llenaremos de agua muy caliente (no hirviendo) la tetera que vayamos a emplear, y colocamos en el filtro de la misma el té, la piel de naranja y la canela. Tapamos y dejamos unos 10-12 minutos.
- Pasado este tiempo, escurrimos bien, retiramos el filtro, endulzamos y dejamos enfriar la infusión en la nevera como mínimo 3 horas.
- Para servir el té, colocamos en el fondo de las copas una cucharada de mermelada de naranja amarga y unos trozos de naranja cortados a dados pequeños, un poco de hielo picado, y echamos el té por encima hasta que llene la copa.
- Servimos nuestro té inmediatamente, decorado como más nos guste o tal cual, siempre acompañado de una cuchara o algún cubierto que nos ayude a comernos la fruta.




Notas:
- En esta ocasión he utilizado té verde chino (en las tiendas de productos orientales siempre lo venden), pero también se puede emplear algún té saborizado y agregarle el ingrediente natural en cuestión para potenciar todavía más el aroma y el sabor.
- También podemos servir este té acompañado de un palo de canela para remover, que le aportara un aroma más intenso, pero la cuchara no dejará de ser imprescindible.
- Para obtener un té todavía más refrescante, se le puede añadir un chorro de zumo de naranja o limón natural y aumentar la cantidad de hielo picado.
- El té verde chino contiene menos teína que otras variedades y es una bebida muy sana pero, aún así, conviene moderar su consumo en caso de hipertensión, embarazo y/o anemia, pues dificulta la absorción de hierro.

Hasta aquí mi aportación al reto de este mes, espero que os haya gustado.
¡Estoy expectante por ver el resto de aportaciones! :)