A principios de semana fui a una de mis fruterías favoritas de mi pueblo, y supongo que al estar ya a punto de cerrar, el frutero me propuso llevarme casi dos quilos de berenjenas por 60 céntimos. Y con lo que me gustan a mi las berenjenas, cómo iba a decirle que no... El "problema" lo tuve al llevar a casa y pensar: "Bueno, a ver como me las arreglo ahora con tanta berenjena en el cajón de las verduras...". Y ya llevo casi una semana incluyendo berenjena en casi todos los platos que he cocinado, como para hacer un monográfico o algo así.. en fin.
Este pastel de patata y berenjena ha sido, sin duda alguna, el plato que más nos ha gustado de todos. Es parecido a la famosa Musaka griega, un plato que nos encanta desde que lo comimos por primera vez y que suelo preparar en casa con bastante frecuencia.
Tenía en la nevera una escalopa de ternera con la que me disponía a preparar los rollitos de ternera con queso crema y pimientos que ya os enseñe hace unos días, pero en el último momento decidí darle otro enfoque al tema y usarlo como si de carne picada se tratase para preparar este pastel, sofriéndola con un poco de tomate y cebolla.
Capa de patata, capa de carne, capa de berenjena, capa de carne... y así hasta terminar con todo, cubrir con un poco de bechamel ligera, queso y a gratinar. Como mínimo, tentador suena.
La verdad es que resulta un plato muy completo a la vez que ligero, con una combinación de sabores deliciosa y que no requiere mucho trabajo. Una buena ración de este pastel junto a una fruta o un yogur resulta una comida rica y equilibrada. Yo me llevé un tupper al trabajo al día siguiente y he de decir que hasta frío está rico.
Espero que os guste.
Para el pastel:
1 berenjena grande
2 patatas grandes
1 escalopa de ternera de unos 300 gramos
Media cebolla
3 cucharadas soperas de tomate natural triturado
1 cucharada sopera de aceite de oliva suave
Media cuchardita de café de azúcar
Sal, orégano y ajo en polvo, al gusto.
Para la bechamel ligera:
2 nueces de mantequilla o 2 cucharadas soperas de aceite de girasol
1 cucharada sopera de harina
1 vaso de leche desnatada
Sal, pimienta negra y nuez moscada, al gusto
- Para empezar, pre calentamos el horno a 180º e introducimos la berenjena y las patatas bien envueltas en papel de aluminio para que se asen lentamente. La berenjena tardará una hora y las patatas una hora y cuarto más o menos. Habrá que darles la vuelta cada 10-15 minutos.
- Una vez tengamos todo asado, lo dejamos templar para poder manipularlo sin quemarnos.
- Mientras se templan las verduras, picamos la escalopa todo lo pequeña que podamos y hacemos lo mismo con la cebolla.
- En una sartén a fuego medio calentamos la cucharada de aceite y añadimos la cebolla y la carne a la vez. Cocinamos unos 5 minutos y añadimos el tomate, el azúcar, las especias y la sal al gusto. apagamos el fuego pasados otros cinco minutos y reservamos.
- Ahora pelamos las patatas y las laminamos, igual que la berenjena.
- Seguidamente, montamos el pastel: empezamos haciendo una base de patata, encima colocamos la mitad de la carne, otra capa de berenjena, el resto de la carne, el resto de berenjena y terminamos con una capa bien gordita de patata.
- Para preparar la bechamel ligera, ponemos un cazo a fuego medio con el aceite o la mantequilla y cuando esté caliente añadimos la harina y removemos hasta que se dore. Seguidamente añadimos la leche, la sal, la nuez y la pimienta al gusto, sin dejar de remover, hasta que tenga el espesor deseado y no quede una salsa grumosa.
- Bañamos el pastel con la bechamel, cubrimos de queso rallado y gratinamos en el horno a 220º durante unos 15 minutos, según el dorado que queramos.
- Sacamos del horno el pastel y lo apagamos. Dejamos templar un rato y servimos cortado en porciones del tamaño que más nos guste.
Notas:
- Muchas recetas similares que he encontrado en Internet llevan la berenjena y las patatas fritas y, aunque eso va a gustos, yo creo que en este caso es perfectamente prescindible y además nos permite ahorrarnos una buena cantidad de calorías.
- A veces también añado entre capa y capa de carne alguna de queso crema, y reduzco la cantidad de bechamel. Así este pastel queda un poco más jugoso, y la combinación de sabores es muy rica. También se puede emplear atún en vez de carne para hacer el sofrito.
¡Espero que os guste, y feliz inicio de semana!