Cuando me puse a preparar la receta para el Reto Alfabeto Dulce que os presentaba el pasado día 25, me gustó tanto el resultado que me animé y me dió por seguir experimentando con la hierbabuena.
Fueron varias las personas que para el reto se decantaron por la combinación de hierbabuena y chocolate, cosa que me pareció una idea genial y que finalmene yo también he llevado a la práctica.
Como ya comenté en la entrada de la cuajada con coulis de fresa, la mayoría de postres que comemos en casa son caseros, porque nos gusta muchísimo más el sabor y porque son mucho más sanos.
Mi pareja es un adicto total al chocolate y lo come de todas las maneras posibles habidas y por haber: con leche en el desayuno, en crema para sandwiches, en galletas rellenas, a la taza para merendar... En fin, visto esto, decidí empezar a buscar recetas con chocolate para hacer en casa y, ya que no puedo evitar que se lo zampe, al menos que lo haga de una forma más sana y mucho más rica.
De momento, lo que más ha triunfado ha sido el bizcocho de chocolate y estas natillas de chocolate de las que ahora yo tampoco puedo prescindir, y tengo motivos para ello: son muy muy muy fáciles de hacer, muy ligeras, muy económicas y están de vicio. Además, al no llevar huevo entre sus ingredientes, son un capricho ideal para aquellas personas intolerantes a este alimento y que sean amantes del chocolate.
Como ya he comentado y para variar un poco, esta vez le añadí a la receta unas hojas de hierbabuena, simplemente para darle un toque de aroma y sabor, y resultó ser una combinación muy acertada.
Espero que os guste.
Ingredientes (para 3 raciones generosas):
450 ml de leche semidesnatada
40 gramos de azúcar
45- 50 gramos de cacao en polvo estandar
30 gramos de harina de maíz
5 o 6 hojas de hierbabuena fresca
- En un cazo a fuego medio, calentamos 350 ml de leche con el azúcar y la hierbabuena, sin dejar de remover.
- En un bol aparte, mezclamos los 100 ml de leche restantes con la maicena y lo diluimos bien.
- Cuando la leche del cazo esté a punto de hervir, retiramos las hojas de menta y le añadimos el chocolate, sin parar de remover.
- Una vez el chocolate se haya disuelto por completo, añadimos la leche con la maicena y dejamos hervir unos 5 minutos, sin dejar de remover, hasta que haya espesado lo suficiente.
- Para terminar, retiramos del fuego, repartimos en los recipientes que hayamos escogido y dejamos enfriar en la nevera unas dos horas.
Notas:
- Yo suelo usar cacao en polvo azucarado, pero si empleáis cacao sin azúcar bastará con añadirle 20 gramos más de azúcar a la leche.
- En este caso he acompañado las natillas con galletas maría de las de toda la vida, aunque también resultan deliciosas acompañadas de frutos secos picados, bizcochos de soletilla, cereales de arroz inflado... en fin, lo que se os ocurra.
¡Espero que hayáis tenido un buen inicio de semana! Aún sigo alucinando con la buena acogida que han tenido mis dos últimas recetas y la cantidad de gente que me ha hecho una "visita", así que muchas muchas muchas gracias, de corazón, tengo los ánimos por las nubes :)