domingo, 3 de julio de 2016

PALITOS DE ANÍS, CANELA Y LIMÓN



Casi medio mes de ausencia es mucha ausencia, y eso que todavía estamos, como aquel que dice, empezando el verano, uff... Pinta muy muy intenso. Os cuento:
Como cualquier niña de mi edad, cuando era pequeña me daba mucho coraje darle la razón a mi madre cuando me advertía de que no hiciera algo, de que el resultado y/o las consecuencias no iban a gustarme, y en el 99,9% de los casos terminaba por ser así. Menudos berrinches me pillaba, unas pataletas de campeonato, de esas de llorar de rabia y tirarme de los pelos hasta terminar agotada. Y es que, a parte de ser una niña, he de reconocer que siempre he sido bastante orgullosa...
Hoy en día me pesa mucho menos y, de hecho, no me importa en absoluto y me enorgullece reconocer que mi madre (y todas las madres en general) es una maldita enciclopedia de sabiduría popular, una de esas mujeres que, frase hecha por aquí y refrán por acá, siempre tienen algo que aconsejarte para (casi) cualquier situación que se te presente en la vida.
Con "El que algo quiere, algo le cuesta" aprendí que no se puede tener todo en la vida; Con el "Gotita a gotita se llena la pica" aprendí a tener un poco más de paciencia para el ahorro; Y con "El que la sigue, la consigue" aprendí a darle valor a las cosas que deseaba y a trabajar para conseguirlas.
En los últimos dos meses me he vuelto a ver en una de esas situaciones en las que mi madre siempre tiene algo que decir: "Las mejores cosas de la vida llegan sin buscarlas y sin avisar".
Sin buscarlas, sin planificarlas, sin darte cuenta y sin nada de nada... Vaya, incluso cuestan de asimilar y parecen sinsentidos, y no las puedes apenas controlar, simplemente hay algo que fluye y tu te dejas llevar, punto.
Cansada de esforzarme, de buscar, de rebuscar y de insistir, más de una vez he tenido que dejar algunos de mis propósitos de lado y conformarme con lo que tenía, aunque no fuera precisamente santo de mi devoción.
A modo de ejemplo, Marc llegó a mi vida justo en el momento en el que decidí dejar de envidiar a esas parejas jóvenes que se colmaban de besos y arrumacos por la calle y dedicarme a disfrutar de mi soltería; 3 años después, encontramos el piso donde vivimos justamente cuando decidimos dejar de buscar, muy desilusionados y frustrados por no tener ni ingresos ni avales suficientes para alquilar cualquiera de los pisos que nos gustaban; Por último, y a modo más personal, hace poco que encontré el trabajo que estaba buscando hacía mucho, muchísimo tiempo... ¿Y sabéis qué? Pues sí, lo encontré justo en el momento en el que decidí desistir en mi búsqueda y conformarme con el trabajo que tenía (profesión que adoro, por cierto, pero de la que necesitaba tomarme un  gran respiro).
Y a día de hoy, como quien no quiere la cosa y sin apenas darme cuenta, soy una mujer casada que disfruta limpiando, cocinando, mirando ideas de decoración, cambiando los trastos de sitio o simplemente tumbada en el sofá de su casa, sobretodo después de un día agotador en un trabajo que le llena, y mucho.
Al principio me sentí eufórica, pero poco después la euforia dejó paso a la sensación de plenitud y, hoy por hoy, me siento llena y muy satisfecha. Por poner un pero (siempre hay un maldito pero), he de reconocer que tanto dejarme llevar me ha dejado agotada. Demasiados sucesos y demasiados cambios a los que todavía me estoy acostumbrando y que me consumen mucha energía mental, cosa que ha llegado a pasarme factura y a lo que he tenido que poner remedio urgente. Por eso, en los pocos ratos libres que tengo para mí últimamente, he decidido darme al paseo relajado, a la lectura fácil, a la música tranquila, a los baños relajados, a la cocina sencilla y poco más.
Y en esta misma línea va la receta que os traigo hoy. Se trata de otra versión de aquellos palitos de canela y anís que he hecho tropecientas veces y que nunca duran más de dos días en casa.
Hará cosa de una semana tuvimos una tarde de lo más lluviosa y agobiante, y andaba yo muy perezosa y muy antojosa de dulce, así que me atreví a encender el horno, abrí todas las ventanas para no morir en el intento y me puse manos a la obra.
La ralladura de limón combina a las mil maravillas con la canela y el anís y le aporta un toque fresco y ácido riquísimo a estos palitos. Su sabor es muy parecido al de las rosquillas fritas de anís de toda la vida, pero el procedimiento es mucho más sencillo y resulta un dulce muchísimo más ligero, por lo que no nos va a pesar demasiado darnos el capricho aunque estemos en plena operación bikini :)
Sin más, os dejo los ingredientes y la preparación:




Ingredientes (para una bandeja de 25 piezas aproximadamente):
- 125 grs. de harina
- 1 yema de huevo
- 50 ml de aceite de oliva suave
- 30 grs. de azúcar + azúcar para el rebozado
- 1/2 cucharadita de canela molida
- La ralladura de 1/2 limón
- 1 cucharadita de anís en grano
- 1 copita (25 ml) de anís

- Antes de empezar pre calentamos el horno a 190º C.
- Colocamos toda la harina en un bol y añadimos la yema de huevo, el aceite, el anís y la copita de anís, la canela, la ralladura de limón y el azúcar.
- Ahora lo mezclamos todo bien hasta que la masa resultante no se pegue a las manos. La tapamos y la dejamos reposar unos 20 minutos en un lugar cálido.
- Pasados los 20 minutos, estiramos con las manos la masa y vamos formando tiras largas más o menos iguales.
- Pasamos las tiras por el azúcar y las vamos colocando en una bandeja de horno con un papel de horno o de aluminio ligeramente engrasado.
- Horneamos unos 15 minutos hasta que estén doradas y el azúcar forme una capa caramelizada.
- Dejamos enfriar y servimos.




Notas:
- Yo prefiero usar vino moscatel en vez de anís para hacer estos palitos, porque su sabor es mucho más suave y me gusta el punto de dulzor que le da.
- Estos palitos también quedan muy ricos si les "clavamos" unos frutos secos por encima antes de pasarlos por el azúcar y hornearlos.
- Os invito a variar la forma de los palitos, las posibilidades son infinitas y es mucho más divertido, sobretodo para los peques de la casa.
- Si se guardan en un táper o cualquier recipiente adecuado, estos palitos aguantan perfectamente una semana sin perder sabor ni textura.


Y nada más por ahora. Espero que os haya gustado la receta, hacia mucho tiempo que no preparaba ni publicaba nada dulce y ya iba siendo hora.
Las fotos vuelven a ser mías y, a decir verdad, esta vez estoy bastante contenta con el resultado, sobretodo si las comparo con las de la receta original. ¿Vosotros qué opináis?
¡Muchas gracias por seguir ahí, y feliz domingo!
Un abrazo.

27 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Me encanta que te encante Lolines! jeje
      Un beso guapa.

      Eliminar
  2. Buenos días preciosa!
    Pues yo acabo de desayunar, pero no me importaría probar estos palitos que siempre hay hueco para algo dulce ;)
    La verdad es que lo que cuentas transmite mucha sabiduría, de esa que te da la vida cuando gracias a la experiencia y a "hacerse mayor" te llega casi sin avisar. Como dices, a veces las cosas no puedes planearlas, no puedes esperar a que te llegue lo que quieres en el momento que pides. Todo pasa por alguna razón, y todo llega cuando tiene que llegar. A mí me pasa como a tí, estoy aprendiendo a disfrutar de lo que tengo, de lo que con esfuerzo hemos construido: trabajo, pareja, casa... Siempre podemos aspirar a más, pero nunca sin dejar de valorar, cuidar y conservar lo que ya tenemos.
    Bueno wapi, después de esta filosofía mañanera-dominguera te dejo que disfrutes del día como mereces :) 1 besazo grandeeeee!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La vida, la experiencia y mi madre, por supuesto jeje. A veces no nos queda otra que conformarnos y tirar para adelante, al final todos terminamos por ocupar nuestro lugar en este mundo :)
      Me alegro de que te guste mi receta, te la recomiendo por que merece mucho la pena el resultado para el poco trabajo que da.
      Un abrazo guapa, y feliz semana!!

      Eliminar
  3. Hola, he leído tu reflexión y llevas toda la razón, a veces anhelamos l imposible y no lo que nos harái más felices, yo me alegro por tí, de que seas feliz y seguro que no te falta anda. No es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita!! la receta estupenda, en la línea de lo que ns acabas de contar pero de las más deliciosas!!un beso preciosa!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno Elisa, quizás no lo imposible, pero si algo que no podemos tener en el momento en que lo buscamos y lo queremos... Al final, la vida nos pone a todos en nuestro lugar.
      Me alegro de que te gusten los palitos.
      Feliz semana guapa.

      Eliminar
  4. Todo lo que cuentas es la realidad de muchos de nosotras , pero al final todo llega , los palitos ya he copiado la receta por que me imagino el sabor tan rico besitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Todo llega y todo pasa Inma, así es la vida :)
      Un beso guapa, y gracias.

      Eliminar
  5. Debora lo de tu madre es pura filosofía generacional, no sé la edad que tendrá pero cuando pasas de cierta edad y vas viendo como los peques crecen y se hacen adultos, sigues con ese ansia de querer protegerlos a todas horas, aunque no se dejen, pero en el fondo siempre recurren a una madre para buscar ayuda o refugio.
    Mea alegra que todo te vaya saliendo tan bien, y aunque la vida a veces te de una de cal y otra de arena, cuando son alegrías se disfrutan el doble.
    Besos y que sigas tan guay.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo creo que no es tanto por la edad Concha, simplemente por es algo que va íntimamente ligado a ser madre, lo podríamos llamar hasta instinto... Y sí, nos guste más o menos, tarde o temprano siempre recurrimos a nuestras mamis jeje
      Gracias por todo guapa!! Feliz semana.

      Eliminar
  6. Te felicito por disfrutar y valorar todas las cosas que te ha ofrecido la vida, tu vida. También por esos riquísimos palitos que sabes regalarte en tardes lluviosas y perezosas. Con personas como tú siempre da gusto.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Millones de gracias Maria Dolores, de momento no puedo quejarme.
      Estás invitada a todos los palitos virtuales que quieras :P
      Un beso.

      Eliminar
  7. Las fotos son preciosas, la verdad. Y la reflexión de tu receta me ha gustado mucho, aunque me quedo con los palitos, jejeje. Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tu eres de las mías!! jejeje Donde esté un buen dulce que se quite todo lo demás, ¿Verdad?
      Un beso guapa.

      Eliminar
  8. Debora que bien me lo paso leyendo tus reflexiones, lo de las madres es brutal y cierto, ellas tienen la sabiduría y no se equivocan nunca je je, me alegro muchísimo de que estés feliz con tu vida y tu trabajo!! Eres joven y te quedan mil cosas preciosas por vivir y disfrutar, la receta me ha encantado y la haré en casa para merendar y ya te contare como me sale, un beso grande preciosa!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y si se equivocan, lo hacen para bien, las muy puñeteras jeje.
      Gracias por tus buenos deseos guapa, por mi parte seguiré disfrutando y aprovechando al máximo el momento.
      Un beso, y feliz semana.

      Eliminar
  9. Hola Debora, qué bueno que nos hayas enseñado estos palitos tan ricos, son estupendos para un buen picoteo, el desayuno o la merienda. Gracias por compartir también tus reflexiones, con los años las cosas se ven diferente, muchos besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti Alicia, por seguir aquí, al pie del cañón :)
      Un beso.

      Eliminar
  10. Más vale agotarse por acontecimientos buenos que por malos, aprovecha ese momento dulce de tu vida y relájate, que ahora con estas temperaturas si son días agotadores.
    Los palitos muy ricos, aunque con anís también queda un sabor muy rico.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por supuesto Ana, intento aprovecharlo al máximo, y hasta que dure, y esperemos que sea muuucho :)
      Un beso guapa, y buen fin de semana.

      Eliminar
  11. Mmm... Un bocadito perfecto para saciar las ganas de dulce... Me ha gustado mucho tu propuesta y las fotos están muy linda. Disfruta de tu matrimonio guapa. Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que te guste guapa!! Tengo que pasarme por tu blog a ver qué cosas ricas has estado haciendo y tengo pendientes jeje
      Un beso enorme.

      Eliminar
  12. Que bien me vendrian a mi esos palitos para hacer un kit kat en mi trabajo.
    Bueno que te voy a decir que no hayas dicho tu ya. Yo llevo 2 meses trabajando y no puedo con mi alma. Solo un día crei que me moria entre el calor y el trabajo, nose ni como tuve fuerzas de llegar a casa. Desde entonces me lo tomo mas tranquila, he vuelto a empezar a leer porque me relaja y por supuesto la siesta en la cama.
    Disfruta todo lo que puedas pero con tranquilidad. besitoooooos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay María José, tener trabajo hoy en día es para sentirse afortunad@, y más si te gusta lo que haces... Pero tienes toda la razón, hay días en los que no podemos dar más, el cansancio nos puede, sobretodo ahora en verano... Menos mal que son sólo un par de meses más.
      Disfruta tu también guapa!! Un beso.

      Eliminar
  13. He leído tu reflexión y me parece estupenda, ahora tienes lo que deseas y me alegro por ti.
    De todas formas, tenemos que disfrutar de lo que tenemos siempre, porque a veces las cosas vienen solas por mucho que las busquemos y llegan en el momento justo.
    Estos palitos tienen que estar de vicio, me encantan.
    Un besito, guapa :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso he aprendido con el tiempo Sole, que las cosas vienen cuando tienen que venir, y no cuando una quiere :)
      Los palitos, qué puedo decirte que no haya dicho ya... Tienes que probarlos, son adictivos :P
      Un abrazo.

      Eliminar
  14. niña, me ha encantado la entradilla de hoy, se nota ese amor a tu madre, ay, ojalá yo tuviera tu suerte, en fin.
    Sabes, por el amor que le has puesto a esta receta, merece ser elaborada, y creo, que en cuanto apaguen el verano infernal en Cáceres y pueda volver a encender el horno sin desintegrarme, voy a elaborar tus palitos, aunque, tienen que ser sin canela, ya sabes, pero con el mismo amor que tú le pones, prometido!
    Un besazo y hasta pronto amore!

    ResponderEliminar