Y me volvió a pasar lo mismo con las berenjenas. Cómo intentar resistirse a comprar dos quilos de berenjenas de payés por un eurillo de nada, y con lo que me gustan a mi, que siempre tengo, como mínimo, un par a mano... Pues nada, toca de nuevo darle vueltas a la sesera para ver qué podemos hacer con ellas.
La berenjena es una hortaliza que siempre ha estado presente en mi casa: Mi madre las prepara rellenas de carne o atún (un escándalo de ricas) y mi yaya prefiere hacerlas rebozadas a modo de guarnición. Por supuesto, y como siempre hago, primero me decanté por estas opciones, lo que siempre se ha comido en casa y que tanto nos gusta, y finalmente le llegó el turno al pastel salado, ¡Bien, a ver qué sale, sobre la marcha!. Además, ya que me había decidido a encender el horno en agosto (lo sé, un suicidio) para calmar el fuerte antojo de rosquitos de anís que venía arrastrando hacía más de una semana, me dispuse a aprovecharlo al máximo y que así los sudores se vieran todavía más recompensados :P.
Un par de huevos, un poco de pan rallado, un poco de queso mozzarella que me había sobrado de la pizza de la cena, aceite de oliva, ajo, perejil, sal y, por supuesto, una berenjena hermosa, y en poco más de media hora tenía mis bocaditos enfriándose en la encimera de la cocina.
El sabor a berenjena es tan intenso como delicioso, y el toque de queso mozzarella le va de maravilla, pues la combinación de queso y verdura es algo que difícilmente falla y a la que recurro con frecuencia. Fríos o templados, para acompañar un plato de carne o pescado, o solos con un poco de salsa de tomate casera, mayonesa o tal cual, os aseguro que estos pastelitos no os dejarán indiferentes.
Os dejo los ingredientes y la preparación:
La berenjena es una hortaliza que siempre ha estado presente en mi casa: Mi madre las prepara rellenas de carne o atún (un escándalo de ricas) y mi yaya prefiere hacerlas rebozadas a modo de guarnición. Por supuesto, y como siempre hago, primero me decanté por estas opciones, lo que siempre se ha comido en casa y que tanto nos gusta, y finalmente le llegó el turno al pastel salado, ¡Bien, a ver qué sale, sobre la marcha!. Además, ya que me había decidido a encender el horno en agosto (lo sé, un suicidio) para calmar el fuerte antojo de rosquitos de anís que venía arrastrando hacía más de una semana, me dispuse a aprovecharlo al máximo y que así los sudores se vieran todavía más recompensados :P.
Un par de huevos, un poco de pan rallado, un poco de queso mozzarella que me había sobrado de la pizza de la cena, aceite de oliva, ajo, perejil, sal y, por supuesto, una berenjena hermosa, y en poco más de media hora tenía mis bocaditos enfriándose en la encimera de la cocina.
El sabor a berenjena es tan intenso como delicioso, y el toque de queso mozzarella le va de maravilla, pues la combinación de queso y verdura es algo que difícilmente falla y a la que recurro con frecuencia. Fríos o templados, para acompañar un plato de carne o pescado, o solos con un poco de salsa de tomate casera, mayonesa o tal cual, os aseguro que estos pastelitos no os dejarán indiferentes.
Os dejo los ingredientes y la preparación:
Ingredientes (para 6 moldes):
-1 berenjena pequeña (150 gramos aprox.)
- Media cebolla
- 2 huevos tamaño L
- Medio vaso de leche entera
- 2 cucharadas de café de pan rallado
- Mozzarella rallada, al gusto
- 1 copita de vino blanco
- 1 cucharada sopera de aceite de oliva suave
- Ajo en polvo, pimienta, perejil y sal, al gusto
- Antes de empezar, pre calentamos el horno a 180º, con calor arriba y abajo.
- Ponemos una sartén a fuego medio con el aceite. Limpiamos y picamos lo más pequeño posible la berenjena y la cebolla y la rehogamos unos 5 minutos.
- Pasado ese tiempo, condimentamos al gusto, añadimos el vino blanco y dejamos reducir hasta que la berenjena esté blanda.
- En un bol aparte, batimos los huevos con la leche, el pan rallado, el queso y el perejil.
- Una vez tengamos lista la berenjena, la añadimos al huevo, mezclamos todo bien y rectificamos de sal si fuese necesario.
- Rellenamos los moldes con esta mezcla y los metemos en el horno durante unos 25 minutos a 180º.
- Apagamos el horno y dejamos dentro 2-3 minutos más.
- Sacamos nuestros pastelitos del horno, dejamos templar, desmoldamos y servimos como guarnición, picoteo, con alguna salsa, etc.
Notas:
- Estos bocados están mucho más ricos fríos e incluso de un día para el otro, porque quedan mucho más compactos y los sabores más pronunciados. Eso si, si sois de los que disfrutáis con el queso fundido, comedlos templados y recién hechos.
- El queso mozzarella le da un toque muy rico, pero sin robarle protagonismo a la berenjena. Podéis prescindir de él o usar otro tipo de queso igual o más suave.
- El pan rallado hace que la mezcla tenga más consistencia y quede más densa. El resultado son unos bocaditos más compactos, pero si los preferís con textura tipo flan, se puede prescindir de él sin problema.
¡Espero que os guste, y feliz inicio de semana!
Mmmm... qué maravilla, a veces, en lo más sencillo está lo más rico. Este tipo de platos improvisados, con lo que tengamos a mano y hechos con tanto amor son los mejores, Débora. Me ha encantado tu propuesta y estoy deseando probarlos. Además, la berenjena me apasiona. Un beso, guapa!!
ResponderEliminarGracias por tus palabras, estoy segura de que te van a encantar :)
EliminarOtro beso enorme para ti!!
A ver qué se come de rico por la cocina de Debora? Genial!!! ya sabía yo que tenía que encontrarme algo delicioso, me gustan todos los ingredientes sobre todo la deliciosa berenjena. Muy buena idea amig@. Un abrazo.
ResponderEliminarJajaja gracias Carmen, tu eres de buen comer como yo, por eso te gusta todo siempre :P
EliminarBesos.
Como que las verduras son lo mas sano y estamos de acuerdo que a las dos nos encanta.Te quedaron deliciososs .Buenas noches cielo. Bsss
ResponderEliminarVivan las verduras, claro que si Doris :) Un abrazo.
EliminarYo adoro las berenjenas y preparadas así en forma de pastelitos o flanes, son muy recurrentes. Perfectas pata llevar, ehhhh...ponme un par, jejeje,...Besos!!
ResponderEliminarConcha, a mi me pasa igual, adoro las berenjenas y, como me toca llevarme el tupper al trabajo muchas veces, adapto las recetas para que sean 'transportables' jejeje. Un besazo!
Eliminarque pastelitos tan ricos, te han quedado genail , besitos
ResponderEliminarCatalina, esun placer que te gusten, te los recomiendo. Un beso, y gracias.
EliminarMe encanta esta propuesta Debora, y además con lo que me gusta la berenjena!! Te han quedado unos pastelitos salados deliciosos.
ResponderEliminarUn beso.
A mi me pasa igual MFe, la berenjena me apasiona, y estos pastelitos tienen un sabor muy intenso, te los recomiendo. Un abrazo, y gracias :)
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