viernes, 10 de julio de 2015

LAS LENTEJAS DE LA RECONCILIACIÓN



Si, con unas temperaturas que superan los 35 grados la mayoría de los días, sin separarnos de la botella de agua ni del ventilador, y durmiendo poco por las noches por culpa del bochorno, llega el fin de semana y... ¿Qué nos apetece comer? Si señor, un potaje de lentejas, a lo loco. El asunto tiene tela... Pero este no es, ni mucho menos, uno de esos guisos contundentes con chorizo, morcilla, costillas y un largo etcétera que nuestras madres y abuelas hacen tan ricos, porque lo son, pero para salir del paso nos suele apetecer algo más suave y ligero, sobretodo durante esta época del año.
Durante años me encantaron las lentejas, de hecho, era una de las pocas niñas que se las comía en el comedor del colegio, y ya es decir, porque éramos ciento y la madre. Y en casa, más de lo mismo: mi madre las hacía con costillas y chorizo, y mi abuela con muchas más verduras e incluso algo de arroz, ambas versiones exquisitas. Pero cuando me vi obligada a empezar la dieta para bajar de peso, acabé por tener que enfrentarme una vez en semana a un "guiso" (por llamarlo de alguna manera) de lentejas insípido, sin apenas nada más que unas cuantas zanahorias y un poco de tomate, y tan líquido que se podía tomar a sorbos en vez de con cuchara. Vaya, un auténtica pena de plato. Y, por supuesto, no es que los guisos más ligeros y humildes no estén ricos, es que mi madre se empeñó en aligerarlo tanto, todo por mi bien claro está, que se le fue de las manos. Esto me hizo llegar al punto de renegar de las lentejas en todas sus versiones, no a odiarlas, pero si a cogerles una especie de "manía", no sé si me explico, pero pasaron de encantarme a sentarme fatal. De la noche a la mañana dejé de comerlas y, aunque intentaba autoconvencerme de que debía hacerlo apelando a sus propiedades saludables y sus múltiples beneficios para el organismo, no me he visto con corazón (y estómago) de hacerlo hasta hace poco más de año y medio.
No es que mi manera de comer haya cambiado considerablemente a lo largo de los años, pero dependiendo la época, me apetece mucho más comer ciertas cosas que otras. En uno de esos períodos de antojo descontrolado, y de legumbres, me animé a darles otra oportunidad a las lentejas y, la verdad, menos mal que lo hice, porque les he vuelto a coger el gusto, mi cuerpo me lo agradece mucho y, sin ser mi alimento favorito, ha pasado a ocupar un lugar permanente en mi despensa. Lo sé, a la vejez viruela, he sido durante mucho tiempo una "niña" mayor que no come (comía) lentejas, hasta vergüenza me da. Bueno, nunca es tarde, o eso dicen. De ahí viene lo de "lentejas de la reconciliación"...
A mi pareja le encanta el guiso de lentejas, tanto que es él quien me lo pide cuando le apetece, sea la época del año que sea. A base de prepararlo una y otra vez, de añadirle unas cosas y quitarle otras que no nos gustan tanto, he conseguido fijar una receta base del guiso y, a partir de ahí, voy jugando y probando con lo que tenga en la despensa y en la nevera en ese momento: que si un día con patatas, que si un día con arroz, que si otro día solas con un poco de chorizo, que si otro con unos tacos de cerdo para guisar... En fin, intento aprovechar esta versatilidad para preparar guisos de lentejas muy nutritivos, equilibrados y, en la medida de lo que puedo, ligeros.
El que hoy os traigo lleva verduras, arroz y un solo trozo de morcilla, por lo que es muy ligero pero no por eso menos saciante, nutritivo, equilibrado y delicioso. Vaya, un plato ideal para aprovechar al máximo las propiedades beneficiosas de las lentejas (ricas en hierro, zinc, calcio, fibra, reguladoras del colesterol..) sin renunciar a la línea y al sabor.
Además, la preparación es muy sencilla y los ingredientes que he escogido suelen ser habituales en todas las cocinas.


  

 
Ingredientes (para 3 personas):
- 200 gramos de lentejas pardinas
- Un trozo de morcilla de arroz para guisar
- 1 pimiento verde italiano
- 1 zanahoria grande
- 1 tomate mediano maduro
- 1 puñado de vainas de judías verdes
- 1 cebolla pequeña
- 2 puñados de arroz bomba
- 2 cucharadas soperas de aceite de oliva suave
- 1 litro de agua
- Sal, comino, ajo en polvo y pimentón dulce, al gusto

 - Empezamos lavando las lentejas, pero no es necesario tenerlas en remojo la noche anterior.
- Por otra parte, picamos en trozos menudos la cebolla, la zanahoria, el pimiento verde, las vainas y el tomate, y reservamos.
- En una olla a fuego medio ponemos tres cucharadas de aceite de oliva a calentar y añadimos las verduras, excepto el tomate, y las sofreímos ligeramente, salándolas un poco.
- Añadimos el tomate y las especias y dejamos cocer 2-3 minutos más.
- Seguidamente añadimos las lentejas, removemos bien durante 2 minutos y cubrimos con el agua, reservando unos 200ml. Salamos y dejamos cocer durante 40 minutos a fuego medio y con la olla tapada.
- Cuando hayan pasado los 40 minutos, añadimos el arroz y la morcilla y cubrimos con el agua restante. Dejamos cocer 10 minutos más con la olla tapada.
- Apagamos y retiramos del fuego, dejamos reposar 20-25 minutos, y servimos caliente.




Nota: No tengo mucho más que añadir esta vez, sólo animaros a rescatar y/o seguir preparando este plato tan tradicional y exquisito y adaptarlo a vuestros gustos. Se le puede añadir laurel, patatas, ajo en láminas, costillas de cerdo, trocitos de panceta, pescado, curry... Imaginación al poder.

¡Feliz fin de semana!

12 comentarios:

  1. las del cole no estarían ricas pero éstas están espectaculares!!un beso guapa

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    1. Bueno Elisa, la verdad es que el cocinero de mi cole tenía su arte cocinando, y sus lentejas no estaban mal, yo me las comía... Está claro, como las de casa, ningunas!!
      Un beso.

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  2. Yo suelo hacerla pero casi siempre las paso por un chino como un puré porque las pieles a mi marido no le caen bien.Cosas de la edad jijiji.Te quedaron superrrrrr guapa.Bssss

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    1. Ay Doris, siempre hablando como si fuerais unos matusalenes... Lo importante es disfrutarlas mujer, sea como sea :)

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  3. Quan fa caloreta hi traiem la carn...així que amb el teu permís sense la botifarra negra.
    Has provat de fer-les amb verdures i cues de gambes??? A casa al bon temos triomfen amb gambes i amb sípia ;-)
    Ptnts
    Dolça

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    1. Oh Glória, mai les he menjades així, tan "marineres", ho provaré!! :)
      Un petó.

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  4. Disculpame no había visto tus ricas lentejas. En mi casa no faltan ni en invierno ni en verano son ricas y saludables y tu las haces genial, tienen una pinta estupenda. Aqui en verano son pocos los días de playa por eso cuando sale el sol escapamos a la playa que hay que aprovechar que también es sano. Besitos .

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    1. Eso Carmen, las lentejas que no falten, y si te vas a la playa, en ensaladita :) Disfruta del verano todo lo que puedas!
      Un beso.

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  5. Aunque haga calor, este plato de lentejas, apetece siempre.

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  6. En casa las lentejas están presentes todo el año y aunque están buenas en ensalada casi siempre esta legumbre la comemos en caliente, claro que en esta época mejor hacer una versión ligera llena de verduras como la tuya, con un toque de sabor como la morcilla, muy ricas.
    Besos,

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    1. Nosotros también las preferimos guisaditas, están muy buenas.
      Besos Ana.

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