martes, 30 de junio de 2015

SALTEADO DE PASTA CON CALABACÍN Y SALCHICHAS



Comer pasta una vez en semana era y es un ritual que se hacía en mi casa cuando yo era pequeña y que recuerdo como una de esas costumbres familiares entrañables. Por supuesto, yo no he dejado ni dejaré nunca de practicar ese ritual y, a día de hoy, viviendo ya con mi señor novio, sigo recurriendo a la pasta como mínimo una vez en semana, aunque a veces caen dos a demanda popular o por falta de tiempo, pues desde que trabajo la pasta es uno de mis mejores aliados a la hora de prepararme el tupper.
Por supuesto, en casa nos encanta la pasta, y motivos no nos faltan: es un alimento muy energético y fácilmente digerible (en mi caso, opto por la integral, doble beneficio), saciante, económico, muy versátil, permite obtener platos muy completos al combinarse con proteína y verdura, se puede comer tanto fría como caliente, la variedad existente en el mercado es enorme y, qué diantres, está buenísima.
Para los que nos gusta ir variando y probando distintas combinaciones de ingredientes, la pasta nos es de gran ayuda, pues pocas cosas hay que no le combinen bien.
Igual que me sucedió cuando "inventé" la pasta con champiñones y jamón serrano, no tenía pensado publicar esta receta y, de hecho, no creía que fuera a resultar un plato tan rico hasta que lo probé. Suelo tener muy poca fe en mis experimentos culinarios, pero al menos las fotos las hago, por si suena la campana y esas cosas...
Pese a ser uno de esos clásicos salteados de pasta con verduras y algo más, la verdad es que el resultado es más que satisfactorio si tenemos en cuenta lo fácil y rápido que resulta prepararlo. Mientras se cuece la pasta se saltean los vegetales y las salchichas y en menos de 20 minutos tenemos solucionada la comida. Además, es un plato muy rico tanto frío como caliente y es fácilmente "tuneable", por lo que partiendo de la base se puede adaptar a cualquier nevera y/o despensa.
Muy recomendable, sin duda.




Ingredientes (para dos personas):
180 gramos de pasta (espaguetis, macarrones, espirales..)
1 calabacín grande
Media cebolla
1 diente de ajo 
2 cucharadas soperas de aceite de oliva suave
1 cucharada sopera de tomate triturado
Sazonador para pasta (yo usé el de marca Carmencita)
Sal, al gusto
Perejil picado, al gusto

- Para empezar, cocemos la pasta según las instrucciones del fabricante y reservamos.
- Seguidamente, pelamos y troceamos el calabacín, la cebolla y el ajo.
 - Ponemos una sartén a fuego medio con el aceite y cuando esté caliente añadimos el ajo, la cebolla y el calabacín, y salteamos hasta que empiecen a coger color, dándole unas vueltas.
- Cuando el calabacín haya soltado casi toda su agua, añadimos el tomate y el sazonador para pasta, y cocinamos un par de minutos más.
- Pasado este tiempo, retiramos del fuego y añadimos la pasta, mezclamos con el salteado y rectificamos de sal si fuese necesario.
- Servimos inmediatamente espolvoreado con perejil picado.




Notas:
- Como podréis observar, yo no prescindo de la piel del calabacín puesto que en casa nos gusta y supone un pequeño aporte extra de fibra. Basta con quitársela si no os hace gracia.
- Cuidado con la sal, pues los sazonadores para pasta suelen llevar bastante. Probadlo antes de añadirle más.
- Para disfrutar de este plato de pasta totalmente "al dente", es importante servirlo al momento y cocer la pasta correctamente.

Espero que os haya gustado.
¡Muy feliz y calurosa semana!

2 comentarios:

  1. Es raro encontrase con alguien a quien no le guste la pasta, hay tantos modelos de ella y tantas maneras de hacerla que es imposible decir que no.
    Te ha quedado un plato muy completo y rico.
    La vinagreta con el ketchup de mango y aceite quedó muy rica, así se varía un poco.
    Besos guapetona.

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  2. Muy rica!!! Yo amo la pasta en todas sus formas y me llevo la idea. Ah!!! Me encanta el calor. Asi que estoy contenta. Besitos

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